Hispania

Hispania, España no siente.

Hispania, España no siente

De todas las historias de la Historia

la más triste sin duda es la de España,

porque termina mal. Como si el hombre,

harto ya de luchar con sus demonios,

quisiera terminar con esa historia

de ese país de todos los demonios.

A menudo he pensado en esos hombres,

a menudo he pensado en la pobreza

de este país de todos los demonios.

Y a menudo he pensado en otra historia

distinta y menos triste; en otra España,

en donde ya no cuenten los demonios.

Pido que España expulse a esos demonios.

Que sea el hombre el dueño de su historia.

De todas las historias de la Historia

la más triste sin duda es la de España.

                                        Jaime Gil de Biedma.


¿Puedes una imagen convertirse en un poema, puede una sola imagen contar más que un texto o darle un significado más allá de lo mostrado? En eso consiste la poesía visual base de este proyecto, en, a través de una serie abierta de imágenes en apariencia inocentes, esconder una suerte de análisis de la sociedad española, solo visible a ojos de aquel que sabe mirar más allá de lo mostrado. Pequeños poemas visuales donde poner en jaque todo aquello que parece no funcionar, una realidad de ficción donde los juguetes toman el poder, juguetes que tienen su sentido en una sociedad donde todo parece ser un juego, una partida donde algunos ganan y otros pierden.

Y es que seguimos anclados, en un pasado que no pasa, en guerra de bandos y de colores, azul, naranja, rojo, morado y ahora verde, verde que brota y cada vez con más fuerza.

Anclados en una justicia i-real que solo está para los de más abajo, mientras los de arriba atracan con tarjetas de color negro y corbatas de postín.

Anclados en una televisión, llena de pan y circo y sin contenido cultural, mientras nuestro país se desangra con el toque de una última banderilla.

Y mientras tanto nuestros abuelos, siguen luchando, por sus hijos y por sus nietos….


«Pido que España expulse esos demonios. Que sea el hombre el dueño de su historia.».

Gil de Biedma